HOPKINSON SMITH

Hopkinson Smith has been called the most moving of present day lutenists...he approaches the lute's universe with a musicality which goes far beyond the seemingly limited voice of his instrument. We invite you to explore on this website the magic of his lute and its music.

La vihuela y el laúd, una música para hacer pensar

Hopkinson Smith lleva al Hospital Real las mejores esencias de Luis de Narváez, un gran autor local poco conocido

Una mañana de intenso calor ha caracterizado esta jornada del sábado, conduciéndonos al Hospital Real, donde el Festival ha programado un interesante concierto en el que tanto el laúd como la vihuela han sido los protagonistas indiscutibles.

Creo que lo he escrito muchas veces y, sinceramente, aun a riesgo de repetirme, tengo que volver a insistir en lo importante que son estos conciertos matinales que se desarrollan en escenarios ubicados en el centro de la ciudad, escenarios que ya se han vuelto totalmente tradicionales.

Son conciertos que encuentran el respaldo absoluto del público, un público que sigue con respetuoso silencio el desarrollo del programa y que se vuelca generoso para corresponder al trabajo y al esfuerzo de los artistas. Conciertos, recitales en el imponente templo de San Jerónimo, en el nobilísimo edificio del Hospital Real, actuaciones que convocan a un público ávido de la buena música, que acude a deleitarse y pasa de convencionalismos y de acontecimientos sociales. Escribía más arriba que el laúd y la vihuela han sido los grandes protagonistas de esta cita musical matutina. Bajo el título genérico de cantar y tañer, el norteamericano Hopkinson Smith nos ha dado toda una lección de buen tañer y nos ha traído las mejores esencias de un gran autor granadino, poco conocido en su propia tierra, pero de una enorme dimensión artística como es Luis de Narváez. Su aportación al desarrollo y mayor brillantez de la vihuela es incuestionable.

Su aportación a la mejor música de su época es una realidad. Y nos tenemos que congratular con el hecho de que haya sido programado y por un excelente intérprete, pero bueno de verdad, que no solamente lo ha interpretado magistralmente sino que con sencillez y claridad ha ido explicando los tres bloques en que ha dividido la obra del autor español.

En el Hospital Real

El sonido de la vihuela se ha extendido por el hermoso escenario del Hospital Real. En tan docta ubicación, sede de la Universidad, Hopkinson Smith ha explicado su lección en un trabajo limpio, consiguiendo un sonido envolvente, haciendo llegar con intensidad el milagro sonoro de la vihuela, como instrumento muy español y ha rendido un homenaje a la figura de Narváez, a través de fragmentos de Los seis libros del Delphin.

Todo un tratado de la técnica vihuelística y, como el propio intérprete ha dicho, una música para hacer pensar, para invitar a la reflexión porque nos abrimos a un concepto artístico e intelectual de la creación musical. Entre las obras no podía faltar la Canción del Emperador, justamente allí, donde Carlos I de España tiene el monumento elevado en su condición de Rey y de fundador de nuestra más que centenaria Universidad. Elegancia interpretativa, fidelidad a lo escrito, capacidad de canalizar el sonido de un instrumento que llena toda una época y que es bien distintivo de nuestra historia musical. Narváez ha sonado en todo su esplendor en el Festival de su tierra natal, donde siempre es importante escuchar a estos grandes de la música patria que tantas veces quedan oscurecidos por un injusto olvido, hijo de la ignorancia.

Antes y después de la vihuela, como enmarcándola, hemos escuchado el laúd en la creación inglesa, británica, de dos grandes de la época, Anthony Holborne y John Dowland. Hermoso sonido el del laúd de Hopkinson Smith que ha sabido rendir adecuado homenaje a estos dos compositores que se enmarcan entre los siglos XVI y XVII, en el caso de Dowland como bien dicen las notas al programa, con cierta proximidad que va anunciando la llegada del barroco. Laúd y vihuela, dos grandes momentos instrumentales en la versión muy afortunada de un intérprete de gran calidad: Hopkinson Smith.

by José Antonio Lacárcel (IDEAL)